domingo, 8 de agosto de 2010

LOS FABULOSOS CUATRO DEL BARRIO DE LA PILI







A pesar de que en muchas ocasiones me quejo sobre mi transitar por este mundo y los futuros efectos que me va a deparar el devenir de los años, me siento afortunado de algunos hechos que me han sucedido en la vida.
Uno de ellos es haber estudiado en el instituto de enseñanza secundaria Gregorio Marañón de Madrid, situado en el madrileño Barrio del Pilar. "El jolgorio", como le conocemos muchos de los alumnos que hemos tenido la suerte de pasar por sus aulas, no es un instituto cualquiera. Destacar que se encuentra en el punto más alto del barrio, al final de la república independiente de Altamira, así la llama mi amigo Emilio, que al final consiguió vivir su propia experiencia en el centro, un año de grandes momentos. Al final de la Avenida de El Ferrol, coronado por un parque de amplias zonas verdes, se levanta de manera majestuosa el gran edificio rectangular que alberga al "jolgorio".
En el primer golpe de vista, parece un penitenciario. Nada más lejos de la realidad, aunque siempre sus alumnos hayamos practicado la sana costumbre de " las peyas", yo siempre he dicho que uno de los encantos que tenía mi querido instituto es que fomentaba el ir al clase. Te lo pasabas mejor dentro que fuera. Los profesores, la mayoría de ellos, salvo excéntricos aparte, pasaban a ser personas de confianza y alguno de ellos, como el memorable "juan peibol", mi profesor de inglés de segundo de B.U.P., alcanzaba la categoría de colega o compañero de juergas incluso, si no que le pregunten a los que fueron al viaje de fin de curso de tercero de B.U.P. a Italia.
Ser un perdedor en "el jolgorio" no sólo no estaba mal visto, al contrario imprimía carácter y te daba una amplitud de miras que eclosionó en algún momento de nuestras vidas, con el paso de los años.
Otro día dedicaré una entrada entera a mi querido instituto, al que le debo muchísimas cosas, entre ellas muchas de las anécdotas más graciosas e hilarantes de mi vida. Ahora simplemente os haré un pequeño resumen antes de introduciros a los fabulosos cuatro, protagonistas de la entrada de hoy.

Simplemente deciros que en el "jolgorio" Marañón tenían cabida todo tipo de personajes. La multidiversidad ,como la entendemos hoy en día, no es patrimonio de algunas mentes insignes que han luchado durante estos últimos veinte años por la igualdad de clases, la diversidad de tradiciones, la economía sostenible ó la reducción del efecto invernadero de la capa de ozono. ¡No señor!, " el jolgorio" ya era un referente en aceptar a todo tipo de personas, por disparatadas y excéntricas que fuesen. Empezando por los profesores:  Elena Fisher podía ser profesora de dibujo, aunque le hubiese dado Música a mi hermano Javi, ocho años más mayor que yo. Mari Ángeles se resistía año tras año a hacerse la revisión oftalmológica a pesar de que sus clases llegaran a convertirse en múltiples partidas de mus. Mila, la profesora de literatura, tan famosa por sus líos de faldas con algunos alumnos, como por ser desalojada a palos de un famoso teatro de Madrid o por ver como le destrozaban el coche debido a algunas de sus arbitrarias decisiones sobre los aprobados de su asignatura.

La gorda Caty, otra de las profesoras de Literatura, poseedora de una paciencia inquebrantable, aunque algunas veces ardiera Troya en muchas de sus clases debido al escándalo y el cachondeo que montábamos. Los alumnos me los reservo para la esperada entrada de "El Jolgorio", sólo hablaré de los fabulosos cuatro.

Empiezo por mi compañero de Tercero de B.U.P., Arturo Picazo González: lo primero que recuerdo de él, es oírle decir que no pertenecía a la famosa saga de los Picazo, unos díscolos hermanos que vivían en mi calle. Más tarde entablamos una buena amistad. Aún recuerdo algunas de sus más memorables frases: " profesora Caty, aquí siempre pagan justos por pecadores", ó " A caballo regalado no le mires el envoltorio". Tenía madera de líder, aunque era un tipo afable y honesto. No podía parar de reírme el día que fascinados por los pechos de Ana Isabel Lominchar, la bauticé como "la lobaincha". Su carpeta de aquel entonces es uno de los tesoros que me gustaría recuperar de esa época, cargada de comentarios, escritos y referencias mías de nuestras vivencias.

Arturo se llevó mi grabadora, estilo Agente Cooper en Twin Peaks, al viaje de fin de curso y radió los mejores acontecimientos: a destacar la fumada de "Juan Peibol" en Viena, que propició uno de los momentos más míticos de mi generación de el instituto. Mis compañeros, gracias a este coloque, pudieron salir por la noche de Viena e intentaron entrar a una de sus discotecas mediante un movimiento digno del mejor ajedrecista.

A la pregunta del vigilante de la discoteca: " i repit for the last time, HOW OLD ARE YOU?", tras muchos empujones entre todos por ver quién era el portavoz, saltó "El Nachete" y dijo: "Spanishhhhhhhh". Absolutamente memorable.

Con Arturo, sus dos mejores amigos quizás, aquellos que se criaron junto a él en el barrio. Nandy y David Ransanz. De Nandy, que no estudió en " El Jolgorio", destacar su personalidad y su carácter sencillo. Jugaba al fútbol con Swing, no me extraña que la música fuese una de sus pasiones. Los niños que jugaban con él al fútbol lo comparaban con Fernando Redondo. Mi recuerdo más divertido de Nandy proviene del día en que la hermana de Dávid, al presentarmela Dávid y estar acompañado de Nandy,g víctima de un punto de alcohol, empezó a confundirnos y reirse intensamente: " Nandy y Andy, ¿Quién es Nandy y quién es Andy?
Gran aficionado al basquet de la NBA, a los cómics, a los juegos de rol, a todo aquello que resulta interesante y fascinante. En áquel momento ya intuía que Nandy haría cosas interesantes en el futuro. Al menos mantendría su personalidad a fuego.

De David Ransanz, alias "Niñato", también puedo comentar muchísimas cosas. Dueño de un perfil bastante sugerente para las chicas, tiene un aíre a Leonardo Di Caprio, un don de gentes espectacular y la mente igual de abierta que Nandy para explorar en todo aquello que le llamase la atención. Y le llamaban muchas cosas la atención en esa época. Siempre le ecantó la música Rap, la saga de Star Wars y el baloncesto norteamericano. Adoraba a Charles Barkley y Michael Jordan mientras Nandy, como no, era un gran admirador de Magic Johnson. El cine era otra de sus pasiones por aquel entonces, seguro que hoy en día sigue devorando películas de todo tipo. Si puede ser, de Ciencia Ficción.

Por último Jose Mari, el más convencional y probablemente el que menos personalidad tenía de los cuatro. Inteligente y calculador, le encantaban los juegos de mesa, los juegos de rol, las figuritas de plomo y los comics de Marvel. De el destacar dos anécdotas: una de ellas cuando intentaron robarle en el barrio: " gafas que me estafas, dame todo lo que tengas" y la otra al romper un cristal de una de las ventanas de su casa y provocar el siguiente comentario de su padre: " hay que tener muchos cojones para hacer lo que tú has hecho Jose Mari".
Jose Mari pronto empezó a desmarcarse de el resto de sus amigos, seguramente le unía menos cosas que a los otros tres. Probablemente tenía un carácter menos abierto e investigador que ellos.
He querido hacer un recuerdo de estos fabulosos cuatro que coincidieron conmigo en mi etapa de estudiante de bachillerato. Aunque Nandy pudiera pensar que soy un poco pelota, como en alguna ocasión me devolvió, se trata más de un acto de nostalgia, de amor a unos tiempos irrepetibles, de elogio y admiración a una época en la que conocí gente que realmente merecía la pena y con los que podías realizar auténticos ejercicios de amistad.

Hoy en día, Arturo, Nandy y David han consagrado sus esfuerzos a hacer una de las cosas que más les gusta, la música. Clan Lírica Salvaje es el grupo que han formado desde hace unos años y que apuesta por la fusión de ritmos urbanos como el Rap, el Soul, el Acid Jazz ó el Funky. Con la ayuda de un sampler, la electrónica y los versos que nacen del alma, crean canciones llenas de swing, estilo y rima, las del mejor Rap urbano.

Os dejo con uno de sus últimos temas, sin duda el que más me ha gustado de los que he escuchado.
Con un tema tan sano, tan inherente al hombre, explicativo de su esencia, costumbres y tradiciones como es el baile.



2 comentarios:

  1. Tu mejor entrada de las que he leído. Muy buena, con sorpresa al final como debe de ser, tiene el empaque de una película clásica, de aquellas que se repasaban las trayectorias de los viejos y perdidos colegas de barrio. Sólo te falta pulir un poco la sintaxis a veces, que no sea incoherente, y este sería un relato redondo. Leete a Chandler o Raymond Carver

    Micky

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  2. Me ha gustado mucho tu crítica Micky. Instructiva y explicativa.
    GRACIAS.

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