Hace ya unos 15 años más o menos, si no recuerdo mal, cuándo Telemadrid era una cadena con una programación interesante y no un mero instrumento propagandístico, echaban en su parrilla de sobremesa una serie llamada Cinco en Familia.
Los cinco hermanos Sallinger, tres chicos y dos chicas, con la pequeña de las chicas, Claudia, en papel estelar, se quedan huérfanos tras la muerte de sus padres en un accidente de tráfico.
A partir de ahí, Mathew Fox, que a la postre ha adquirido fama mundial al interpretar a uno de los protagonistas de Lost,- Perdidos- del que os confieso no me conozco el nombre, a pesar de que la serie se ha convertido en una religión a nivel mundial, tendrá que sacar, convertido en tutor legal de la familia al ser mayor de edad, a sus hermanos pequeños adelante con la ayuda de Julia,- Neve Campbell- quién años después saltaría a la luz de los focos al protagonizar uno de los grandes éxitos de taquilla de los 90, el film de terror Scream, y Bailey, Scott Wolf, otro de los que hizo sus pinitos en Hollywood participando en films taquilleros de acción. Junto a ellos, la mencionada anteriormente Claudia, Owen el bebe de la familia y Sarah- interpretada por una preciosa y angelical Jennifer Love Hewitt, que en esta serie adquirió la categoría de chica de mis sueños- la eterna amiga de la familia y locamente enamorada, aunque no correspondida, de Bailey.
Tengo un recuerdo inmejorable, dulce e intenso de esta serie. Una serie dramática, algo edulcorada en ocasiones, pero para nada ficticia y exagerada. Con un desarrollo bastante verosímil y unas interrelaciones entre personajes auténticas y memorables, Cinco en Familia se convirtió en una serie de culto para mi. Muy cerca de Aquellos Maravillosos Años ó Doctor en Alaska, dos de las series que permanecen en el podio de mis preferidas de siempre.
Enfrentamientos entre hermanos, malentendidos entre ellos, el desencuentro y la reconciliación con la familia, la única cosa en la vida que no podemos elegir y que nos acompaña durante todo nuestro camino por este mundo. La familia es el núcleo central de la trama de esta fantástica serie que toca otros temas como el desarrollo de la adolescencia, las relaciones sentimentales ó los diferentes caminos que transitamos durante nuestra etapa de crecimiento y viaje a la edad adulta.
La serie se desarrolla en alguna parte del estado de California, si no recuerdo mal podría ser San Francisco ó San Diego. A destacar, puesto que es una serie de personajes, las fantásticas interpretaciones de los cinco hermanos, que dotan de gran credibilidad e implicación a sus personajes. Consiguen la principal pretensión de esta serie, ser una auténtica familia. Cabe mencionar también el fantástico trabajo de Christopher Keizer, guionista y creador de la serie, con unas tramas realistas, consecuentes y bien evolucionadas desde la tragedia que supone la muerte de los padres de Los Sallinger, hasta la lenta formación de un centro común y bien cohesionado entre los cinco hermanos a través de las sucesivas crisis y enfrentamientos familiares acaecidos.
La serie contiene amplias referencias musicales a lo largo de muchos de sus capítulos: Wallflowers, Sonic Youth, Spin Doctors y otros grupos norteamericanos acompañan las vidas de los Sallinger, pero no puedo evitar mencionar a uno de los mejores grupos de la década de los noventa en EE.UU. que aparecen en la serie. Sarah y Bailey van a verlos tocar en uno de los mejores locales de la ciudad. Se trata de Counting Crows en sus inicios. Os dejo el tema que tocan en este capítulo y que es una de mis diez canciones preferidas cómo diría Rob Gordon en Alta Fidelidad, The Rain King.
Hay muchas canciones tristes, pero muy pocas que vayan directas al interior de tu abdomen para sacar energía pura. Una energía llena de alegría. Una alegría nada forzada y autenticamente optimista.
Eso es lo que hace de Rain King un auténtico regalo. La canción de una gran banda de Rock.
Una vez más vuelvo a mencionar a Rob Gordon, el fantástico protagonista que creó Nick Hornby para su novela de culto Alta Fidelidad, para decir que Rain King sería una fantástica canción para una boda.
A disfrutar.
Hay muchas canciones tristes, pero muy pocas que vayan directas al interior de tu abdomen para sacar energía pura. Una energía llena de alegría. Una alegría nada forzada y autenticamente optimista.
Eso es lo que hace de Rain King un auténtico regalo. La canción de una gran banda de Rock.
Una vez más vuelvo a mencionar a Rob Gordon, el fantástico protagonista que creó Nick Hornby para su novela de culto Alta Fidelidad, para decir que Rain King sería una fantástica canción para una boda.
A disfrutar.
Que serie tan bonita, que recuersdos. (Por cierto Mathew ya era uno de los mejores actores de la serie)Saludos
ResponderEliminarSí que lo era,para mi era una serie fantástica.
ResponderEliminarGracias por el comentario.