jueves, 1 de mayo de 2014

LA CAÍDA DEL ÁGORA DE PEP GUARDIOLA





Ágora es el título de una película del director madrileño Alejandro Amenabar- Santiago de Chile 1972- que narra la vida, obra y muerte de Hipatia:  una matemática, filósofa y astrónoma en la Alejandría del siglo IV antes de Cristo bajo el dominio del imperio romano y la mezcla de las culturas egipcia, griega y romana. Todo bajo la imponente figura del faro de Alejandría, una de las siete maravillas del mundo antiguo.

Hipatia imparte clases sobre estas doctrinas científicas y del conocimiento a los hijos de la élite aristocrática de Alejandría dentro del recinto donde se encuentran el Museo de Alejandría y el Serapeum.-Dios pagano de culto de los Egipcios-, conocido como El Ágora, cuna del saber y el conocimiento científico, sociológico y cultural de la época.

Al mismo tiempo, Alejandría se encuentra en un momento muy convulso a nivel social y religioso con el creciente auge y fortaleza de los cristianos, quienes rechazan la autoridad moral de Serapis y los Dioses paganos del resto de religiones propagando la autoridad de un único Dios. Éstos hechos desencadenarán una espiral de violencia entre la población y el ascenso de la religión cristiana, hasta el punto de ser legitimada progresivamente de manera oficial  por el emperador romano.

Las principales consecuencias de este ascenso son el asalto al templo sagrado de El Ágora con la quema de toda su valiosa documentación, la expulsión, expolio y masacre del pueblo judío asentado en la ciudad egipcia, una especie de bucle recurrente a lo largo de la historia, por no profesar la fe cristiana y cuestionar a Jesucristo como el hijo de Dios y la progresiva conversión al cristianismo de todos los estamentos políticos de Alejandría, incluido Orestes, prefecto romano de la ciudad, antiguo alumno y protector de Hipatia con la que le une una conexión sentimental. Todos estos hechos tienen la firma y el auspicio de Cirilo, obispo de Alejandría. Un hombre con una ambición sin límites, autoritario hasta la tragedia y fanático en la imposición de sus Dogmas cristianos. Una  interpretación cruel, interesada y absolutista de las sagradas escrituras.

El desenlace de la historia es la muerte de Hipatia: sola y abandonada a su suerte por Orestes, victima de las presiones de Cirilo al considerarla una hechicera pagana que en ningún caso puede influir en la voluntad de un hombre cristiano de autoridad tal y como refleja un pasaje de la biblia.

Hipatia es asesinada en la película por Davo, un antiguo esclavo que asistía a sus clases y la ayudaba en sus menesteres del hogar, antes de ser lapidada por un grupo de enloquecidos secuaces de Cirilo. Davo quedó enamorado de la libertad, sabiduría y encanto de su dueña, magnificamente interpretada por la actriz alemana Rachel Weisz, pero tuvo que renunciar a su deseo incontenible debido a su condición y a no ser correspondido por Hipatia. Una mujer libre e independiente cuyo único amor fue su pasión por el conocimiento.

Ágora me resultó un precioso, emocionante, cruel y trágico film histórico con un aprendizaje sutil y devastador para nuestra realidad actual: el peligro que entraña el pensamiento único. Cualquier idea, por legítima, útil y valida que sea, no debería ser impuesta con el uso de la fuerza. La historia por desgracia nos demuestra que a veces es la única vía para luchar contra el absolutismo y el poder injusto sin límites como sucedió con la revolución francesa o la guerra de la de la independencia de Estados Unidos.

 La sabiduría y la cultura hacen libres a los hombres y mujeres gracias a su capacidad para cuestionar y observar la realidad. Todo es relativo y depende del prisma con el que se mira. El peligro de destruir una gran idea es tratar de imponerla a toda costa sin tener en cuenta las circunstancias y condicionantes de la realidad donde de aplica.

En Ágora, Alejandría es una ciudad multicultural donde conviven diferentes etnias que profesan culto a distintas deidades sin que la cultura, la ciencia y el saber fuesen menoscabadas, aunque solo fueran accesibles a una pequeña parte de la población. Una vez más ahí puede estar el principio del desequilibrio, los cristianos inician una etapa de confrontación con su religión como bandera como una forma de asalto al poder y los privilegios económicos.
La desigualdad encierra pobreza y marginación, un caldo de cultivo para el triunfo de las ideas fanáticas y radicales. La chispa que puede arder la mecha de una tragedia o una guerra en la que detrás suelen encontrase sujetos o grupos ávidos de poder y ambición. Esta sería la figura de Cirilo, Obispo de Alejandría.
Frente a Cirilo, la némesis es Hipatia: mujer abnegada, inquebrantable con su necesidad de conocimiento y divulgación. Hipatia se muestra obstinada en conocer el mundo y su relación con el universo, quizás para conocerse mejor a si misma y el mundo que le rodea. La tierra gira en torno al sol y su movimiento de traslación figura la trayectoria de una elipse. Estos y otros descubrimientos tan loables y útiles no la libraron de su trágico destino. Hipatia murió sin arrodillarse a vivir subordinada al hombre y sin resignarse a abandonar la aventura de aprender y descubrir el mundo frente a la reiteración de los dogmas de fe. Fiel a si misma.

Hipatia, Galileo, Copérnico y otros grandes sabios nos dieron una lección de valentía y generosidad. Sacrificaron sus vidas en el presente para garantizar el futuro del resto de la sociedad.

Aunque parezca sorprendente la figura de Hipatia y la película de Ágora me inspiran de nuevo a escribir sobre Pep Guardiola, el entrenador del Bayern de Munich, como ya lo hiciera en el pasado cuando era entrenador del mejor Barça de la historia. http://huellaoculta.blogspot.com.es/2011/07/oh-capitan-mi-capitan.html

 Aún a riesgo de ser pretencioso, Pep tiene ciertas similitudes con el personaje de Hipatia y, como suele pasar en la personalidad humana, también alberga en su sombra algunas de las características de Cirilo, el despiadado obispo cristiano de Alejandría.

Después de gestar, criar y encumbrar al mejor Fútbol Club Barcelona de la historia con la ayuda del recientemente fallecido Tito Vilanova, decidió emprender una nueva aventura, buscar nuevos alumnos y hacer frente a nuevos desafíos en el Bayern de Munich, un equipo con una idiosincrasia, tradición y gestas casi antagónicas al equipo catalán.
Pep encierra como todo ser humano virtudes y defectos, en el Barcelona tuvo los elementos adecuados, las condiciones de aula más favorables y unos excelentes alumnos a la altura de su capacidad que entendieron con pasión su concepto de fútbol. Así se obró el milagro, porque es muy difícil entender al mejor Barça de la historia sin la conjunción de las ideas, motivación y métodos de Pep con el potencial, fe y talento de Xavi, Iniesta, Messi, Puyol, Busquets, Piqué y compañía.

Pep, como Hipatia, construyó uno de los Ágoras más hermosos de la historia del fútbol mundial. Y Cirilo entró dentro de Pep. Seducido por el poder alemán, por un club de cuello de cisne y por el ego del protagonismo acompañado de unos sustanciales millones de Euros al año, emprendió viaje a Munich  después de un año sabático y de dejar al equipo de su vida- la Alejandría natal de Hipatia-.

No se trataba solo de conocer el fútbol para conocerse mejor a si mismo, sino de difundir sus ideas y concepto del juego en otras partes del mundo casi a cualquier precio. Munich no es Barcelona y el Barça no es el Bayern. El Bayern venía de conquistar todos los títulos con su antiguo maestro Heynckes con un juego de corte alemán mezclando algunas variantes interesantes. Un asalto al rival en toda regla, pero sin elegir el camino más rápido y con muchos atacantes:  fuertes y llegadores como Schweinsteiger y Muller, habilidosos como Ribery y Robben en los costados e inteligentes y visionarios como Kroos y el capitan Lahm, un lateral con mucho fútbol en su cabeza. La táctica sencilla y refinada: el que golpea primero golpea dos veces.

La primera medida de Pep fue sabia y clarividente: traerse a uno de sus alumnos aventajados: Thiago, el heredero de Xavi en el Barça. Un jugador de toque y asociación, capaz de ver las estrellas más alejadas y gobernar los partidos. Thiago quería ser protagonista y sus años de becario ya habían terminado. En una de sus primeras clases vio que Lahm tenía mucho fútbol en su cabeza y lo acercó al centro del campo. Ganó un medio trascendente, pero perdió un lateral maravilloso. Avanzó a Kroos para que estirase su gran compás y los mezcló con Schweinsteiger, Javi Martínez o Muller, la caballería de Heynckes. También le dio la bienvenida a un alumno nuevo que tenía aires de Cesc, Iniesta o Messi, sus añorados discípulos; Mario Gotze.

Pep, como buen profesor, empezó a difundir sus conocimientos, y el bayern empezó a mutar. El cambio al principio fue espectacular: gobernaba los partidos con thiago y Lahm, dejaba a Schweinsteiger  asomarse al balcón del área y a Muller llegar desde atrás, su mejor cualidad. El resultado fue más de la mitad del curso excepcional: más goles si cabe, más posesión , más toque y más ocasiones.

Como en Ágora, le salieron sus cristianos particulares. Beckenbauer y la caballería del Bayern empezaban a ver síntomas de blasfemia: el bayern no tiraba desde fuera del área, no colgaba balones, intentaba salir con el balón controlado, ¿Gotze de falso nueve en vez de cerebro?.
Y la sentencia definitiva que le colocaba en el lugar de Hipatia: " Al final seremos como el Barça, nadie nos querrá ver, acabaremos aburriendo".Beckenbauer y "el imperio romano" le habían desacreditado.
Quizás algo se activó en ese momento en la cabeza de Pep. Quizás flaqueó y acabó traicionándose a si mismo. La valentía de Hipatia le costó pagar un alto precio, su vida. Y llegó la tragedia en las semifinales de Champions contra el Madrid: El Cristiano más poderoso y sus grandes jugadores dispuestos a barrer al Bayern de Pep, de la posesión, con su fulgurante contraataque.

El Barça de Pep tenía un portero adelantado como Valdés con un excelente juego con el pie, un coloso como Puyol, auténtico guardián de la defensa y un bastión en el marcaje y las coberturas, y a Piqué que es excelente en la salida del balón y en tirar la linea de defensa hacia adelante. Nada que ver con Neuer, Dante y Boateng, débiles en la marca y deficientes en la salida del balón. Alaba y el mejor Alves pueden ser similares. Abidal, pese a las reticencias iniciales, acabó siendo un gran lateral defensivo, rápido en las coberturas, bueno en el juego aéreo y capaz de tocar y sumar en el ataque.
Contra el Madrid Schweinsteiger, Kroos y Muller han fracasado en la circulación del balón, el mantenimiento de la posesión y la búsqueda de espacios y apertura del campo. Ninguno ha dado el balance defensivo y juego de asociación al primer toque de Busquets, el movimiento constante, la capacidad de combinación y velocidad de balón de Xavi y la búsqueda de los espacios, profundidad y ruptura de líneas de Iniesta. También echó muchísimo de menos a su mejor alumno, aquel que puede superar al maestro. El genio de la lampara, el jugador capaz de destruir cualquier defensa cuando está en estado de Gracia:  Leo Messi.

Pep no dio a sus alumnos su verdadero poder: gotze no jugó en el medio intentando emular a Iniesta y asociándose con Kroos, solo y desnudo, o de falso nueve para desequilibrar y desconcertar a Pepe y Ramos. Tampoco otorgó a Muller su arma más peligrosa, llegar desde atrás por sorpresa para oler el gol. Jugó Mandzukic, el nueve tanque que gusta al futbol alemán, poco habilidoso y sin poder correr ni rematar, el entrenador del falso nueve confiando en un nueve de toda la vida. También le abandonó Thiago, en la enfermería sin poder seguir sus explicaciones en la pizarra. A Javi Martínez también le privó de ayudar a sacar el balón desde la defensa. En esta eliminatoria Pep dejó de ser Hipatia, aunque murió futbolisticamente de la misma manera.

El resultado, trágico: un Bayern con posesión, pero sin alma, sin ideas, sin movilidad y sin ocasiones. Con Robben y Ribery maniatados, sin espacios, sin ser habilitados en profundidad y siempre en situaciones de uno contra dos. Sin capacidad de hacer daño a un Madrid colosal a balón parado, corriendo y llegando al espacio para marcar cinco goles en la eliminatoria.

Aún haciendo todas esas cosas, puede que el Bayern de Pep hubiese acabado sucumbiendo al Madrid de Cristiano, Bale, Benzema, Di María y compañía con su letal contraataque. Al menos tendría la paz de espíritu del sabio que nunca traicionó sus ideas ni a si mismo. Como Hipatia.










martes, 18 de septiembre de 2012

UNA TARDE DE SEPTIEMBRE




 
11'30 pm, vuelvo por la noche de dar una vuelta por el retiro con un buen amigo. Hacía tiempo que no iba al retiro, es un sitio por el que me gusta caminar, aunque un domingo por la tarde de septiembre quizás no sea el mejor día. Demasiada gente, algunas personas en las que me fijo no parece que sepan muy bien que demonios hacen ahí, puede que hayan sido arrastradas por su pareja, por sus familias o no tenían nada que hacer y han acabado dirigiendo sus pasos hacia el famoso y emblemático parque madrileño.
 
Hacía una tarde muy buena, una más de esta última semana, un anochecer de cuadro impresionista en la salida que da a la Plaza de Neptuno. Estábamos contemplando mi amigo y yo la magnífica postal, cuando nos interrumpieron dos bellas chicas que a penas acaban de comenzar la veintena de sus vidas. Me pidieron que les hiciese una foto con el anochecer de fondo, no salieron contentas de las dos primeras tomas y me pidieron un tercer flash con el que acabaron por verse como esperaban. Una instantánea idílica de domingo veraniego por la tarde en el Retiro. Un verano que empieza a mostrar sus primeros síntomas de agonía. De un ocaso que se extenderá lentamente hasta las primeras semanas de octubre.
 
Mi amigo y yo hablamos de nuestras cosas, donde siempre aparecen temas universales como las relaciones entre hombres y mujeres, el valor de la amistad y la sana intención de hacer un chascarillo de cualquier cosa, sobretodo de nosotros mismos.
 
Y más tarde tomamos unas cañas acompañadas de unos ricos canapés en un bar de los de toda la vida en Madrid, en la zona de Huertas. Con su espléndida y generosa barra de mármol inmaculado. La que no era de toda la vida era una esplendida chica en la que nos fijamos al otro lado de la barra. Rubia, alta y poderosa físicamente, anunciaba en su genética el ADN de los poderosos países del Este, ahora símbolo de la opulencia más extrema de unos pocos en contraste con una mayoría de clases sociales más cercana que nunca al umbral de pobreza.
Y salimos del bar castizo y con solera para seguir nuestra caminata desde Huertas en dirección a Sol. Me animé a acompañar a mi amigo hasta Moncloa andando, atravesamos la Gran Vía entera, para continuar por Princesa hasta desembocar en el imponente edificio del ejército del aire. Mi amigo se despidió de mi en el intercambiador y yo decidí rememorar viejos tiempos cogiendo en la plaza de enfrente el 132, que empieza su recorrido ahí mismo.
Un recorrido nocturno por los barrios de Moncloa, Arguellés, Plaza de Cristo Rey, Ciudad Universitaria, Saconia, Franco Rodríguez, San Restituto, Ofelia Nieto hasta llegar a mi querido Barrioo del Pilar.
En este recorrido de casi cierre de línea solo fui acompañado por el conductor y una chica solitaria que por sus vestimentas parecía haber cerrado alguna tienda en el turno de tarde, completamente abstraída en la música de su Ipad.
Yo no tenía Ipad, pero en mi cabeza sonaron dos canciones durante este solitario e intimista recorrido.
 




jueves, 19 de julio de 2012

EL MATRIX FINANCIERO NEOLIBERAL









Os voy a relatar en este blog algunas de las experiencias personales y profesionales de un humilde economista y empleado de banca. Cuando estaba en la carrera de Económicas, donde triunfaban las tesis y posturas neoliberales, allá por los primeros años de la primera década de los 2000, los principales y exitosos postulados teóricos imperantes eran todos aquellos provenientes de la maravillosa escuela economista de Chicago, con el totem Milton Friedmann a la cabeza. Keynes era poco menos que un fracasado porque había llegado a un punto sin retorno a través de las políticas de la demanda en situaciones de crisis: paro e inflación- crecimiento excesivo de los precios, que no se corresponde con una saturación de la oferta ante la creciente demanda, sino que se produce en una situación de fuerte depresión de la demanda frente a una actividad productiva deteriorada y en desempleo de sus recursos.-

Nadie se acordaba ya que fue el principal inspirador de la política de recuperación económica tras el crack bursatil de 1929 conocida como New Deal, una política de crecimiento impulsada por la recuperación de la oferta y la demanda a través de fuertes gastos públicos en infraestructuras, investigación y desarrollo y sectores estratégicos en expansión como la industria del automóvil que provocasen un incremento notable del empleo que sostuviese con futuros superavits de las cuentas públicas los primeros deficits financiados con la inyección de dinero de la reserva federal mediante la compra de bonos y letras del tesoro americano.
Esto complementado con leyes reguladoras del entorno de Wall Street que favoreciesen la compartimentalización de las inversiones financieras para evitar el riesgo de contagio de las inversiones especulativas sobre el reto del dinero invertido en el parqué neoyorquino.

La crisis de 1973, sustentada por el empleo de un recurso no renovable como era el petróleo y decisivo consumo intermedio en la economía mundial, hizo que ocupasen los primeros puestos de los púlpitos de la economía mundial un grupo de jóvenes talentos con aire arrogante y mucha ambición, que con la teoría y el desarrollo profesional de Friedmann, proclamaron que las políticas de demanda y gasto público no eran suficientes para reflotar economías en situación de estanflación. A partir de ahora, la política monetaria y los tipos de cambio serían vitales para potenciar la balanza de pagos, el consumo, la inversión interna y la atracción de inversiones amparadas en la creciente globalización de los mercados y difusión de manera racional y eficiente de las nuevas tecnologías, el capital financiero y la mano de obra cualificada. Unas reglas del comercio internacional más justas, la subida al altar teórico de las expectativas racionales de todos los agentes del sistema económico y la creencia radical de que el gasto público debería ser arrinconado por una política fiscal de carácter testimonial que lograse la menor interferencia posible en el mercado en la asignación eficiente de bienes, servicios, capital y trabajo.

Esta son las tesis por las cuales un grupo de economistas a partir de mediados de los 70, tomó las riendas del mundo académico mundial de esta ciencia social, que recordemos, por la definición que Inmaculada Cebrián, mi profesora de Microeconomía, me contó en mi primer día de clase, donde estaba más interesado en ver algunos bellos traseros y escotes, consiste en la: " Ciencia que estudia la asignación eficiente de recursos escasos que poseen usos alternativos".

En las aulas españolas de Economía también hemos estado estudiando muchas cosas interesantes: la Teoría del Caos en Economía para explicar la rápida difusión de los Shock bursátiles en los países del sudeste asiático mediante ecuaciones diferenciales, la influencia de las externalidades negativas y positivas en las tomas de decisiones sobre la maximización del bienestar colectivo en Hacienda Pública, vitales para la evaluación óptima del coste de los impuestos sobre la utilidad general de la población, la teoría de mercados para explicar por qué es tan difícil alcanzar la competencia perfecta en un mercado de bienes no homogéneos y varios competidores, con la fascinante teoría del Dilema del Prisionero de John Forbes Nash, las teorías del valor de los bienes y servicios engendradas a lo largo de la historia por los principales economistas en tiempos preteritos- La mano invisible de Adam Smith o la Teoría de la Utilidad de Jeremy Bentham- o todo el fascinante campo de la economía del desarrollo y sostenible con el estudio de la fuga de talentos de los paises subdesarrollados, algo que puede empezar a pasar aquí en España, o el reparto asimétrico de las ganancias del comercio internacional a favor de los paises más poderosos a pesar de las ventajas competitivas de algunos paises menos desarrollados a través de las reglas de competencia desleal como el Dumping Social.

Todas estas cosas, las aprendi a lo largo de años, pero al entrar a estudiar esta carrera, tenia la visión que la gente tiene en la actualidad de la economía, la que por desgracia han tratado de inculcar y absorber las áreas de economía aplicada y macroeconomía de la universidad, es decir, la doctrina Neoliberal. Los economistas neoliberales, muchos de ellos formados en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusets, han reinado durante los últimos 25 años proponiendo lo que en realidad era un mundo virtual, una especie de Matrix económico y financiero.

Una economía aparentemente adalid de la libertad y basada en las decisiones individuales, con una mínima interferencia del estado a la hora de regular los mercados y basada en una máxima muy cuestionable a día de hoy: las expectativas racionales de los agentes económicos. Algo que el Matrix financiero se ha encargado de pervertir desde la base, desde la lactancia educacional de la población.
Uno se cree que es independiente y autónomo, que piensa y alimenta su cabeza todos los días, pero es difícil ser independiente cuando se nos inculcan una serie de valores desde la escuela. Aquellos valores basados en la competitividad "sana", aquella que nos dice que si repetimos curso no es para asentar unas bases que no hemos adquirido, sino que es un retraso y el quedarnos atrás con respecto a nuestros compañeros, siempre la mirada puesta en los demás, nunca en lo que nos pasa a nosotros mismos.
Hay que sacar buenas notas para ser el mejor de la clase, no para ser más sabio y por lo tanto más feliz, sino que hay que estar preparado para "luchar en este mundo". La vida como una lucha de supervivencia, no como un espacio de cooperación y realización. El sistema educativo norteamericano ha sido un claro exponente de esta perversión, donde si no eres el mejor no eres nadie. Si eres estudiante y no obtienes el rendimiento esperado te apartan y aislan. No es casualidad que hayamos asistido a fenómenos tan trágicos como la matanza del Instituto Columbine cercano a Denver o la más reciente en Noruega.
Este tipo de hechos muestran claramente lo condicionadas que se encuentran nuestras expectativas, deseos, incluso las opiniones más supuestamente racionales. De eso se encarga el matrix financiero, de viajar a lo más profundo de nuestro cerebro y manipular nuestros pensamientos y decisiones.

Afortunadamente no todo es oscuridad en la tierra de Sion, siempre quedan iluminados: los autores de la serie South Park eran dos chicos norteamericanos marginados por conflictivos y malos estudiantes en su etapa de High School. Grandes matemáticos como Einstein sufrieron suspensos como estudiantes, algunos fueron marginados por su enfermedad como John Nash, pero el talento siempre acaba saliendo a flote por muchos agentes Smith que haya.

Las expectativas racionales suponen en un sistema de competencia perfecta, basándose en la primera teoría de la economía moderna, la mano invisible de Adam Smith, que cada uno de nosotros, a la hora de tomar decisiones en materia económica, también vital porque la economía como ciencia social esta muy entroncada con la psicología y la filosofía, procuramos maximizar nuestro beneficio, es decir, alcanzar la mayor utilidad o disfrute posible al menor coste. De ahí que "el egoísmo individual fomente como una especie de mano invisible el bienestar común" en palabras textuales de Mr. Smith, el primer economista de la edad moderna a finales del siglo XVIII.
Lo que no quieren ver los economistas neoliberales es que nuestros pensamientos, ideas y muchos de nuestros sentimientos están condicionados por la sociedad en la que vivimos. Igual que en la etapa de los romanos no estaban mal vistas las torturas en el coliseo, incluso provocaba satisfacción ver como los cristianos morían a garras de los leones en el circo, hoy nos tapamos los ojos con la venda de nuestro modo de vida capitalista  y apenas sufrimos al contemplar que medio mundo tiene problemas serios de subsistencia.
La falta de conciencia de una economía basada en la competencia absoluta, en muchas ocasiones desleal para ser los mejores a cualquier precio, ignora la certeza de que vivimos en un mundo " con recursos escasos que poseen usos alternativos" como decía mi profe en mi primer día de clase.
Ya lo anticipaba Malthus, otro economista de la escuela clásica, en sus teorías sobre la escasez de alimentos en relación al crecimiento de la población mundial, aunque quiero creer que en la primera década del siglo XXI, se pueden ofrecer soluciones menos drásticas que las que él proponia: hambrunas, guerras, epidemias o la creación de guetos selectivos donde realizar genocidios controlados. No somos independientes, desde el momento en que todas nuestras decisiones de consumo se ven obligatoriamente condicionadas por un sistema en donde impera la competencia imperfecta, donde en muchas ocasiones no sobrevive el mejor preparado y más eficiente, sino el que llegó antes y tiene una serie de ventajas adquiridas producto de su economía de escala o el que es menos escrupuloso a la hora de producir y deslocalizar su planta, penalizar a los trabajadores o se encarga de poner barreras a la competencia y/o a la entrada en los mercados. Todo esto completado por un sistema de información asimétrica donde unos pocos poseen toda la información y otros muchos tienen que conformarse con recibirla de manera sesgada, controlada y manipulada.

Así nos encontramos con casas monotemáticas pero que parecen repúblicas independientes, hipermercados llenos de productos genéricos porque son más baratos y casi igual de buenos, teatros con nombres de compañías de telecomunicaciones y anuncios de coches en donde se nos insta a ser listos y comprar con las ventajas de un paraíso fiscal. Estas son algunas de las tristes consecuencias del sistema capitalista sobre la toma de decisiones individuales.
Poco a poco han ido calando algunas de las premisas de nuestro matrix financiero: no se trataba de tener un coche con un buen diseño a un precio adecuado, sino conducir todoterrenos de alta gama como si estuviésemos en el campo, pero en plena ciudad, ¡aunque son urbanos oye!

Un buen día fui a clase de macroeconomía en mi universidad y un entrañable profesor cometió la osadía de comentarnos que ¡alquilar una vivienda no era tirar el dinero!, nos explico que alquilar era disfrutar de la prestación de un bien como si fuese un servicio, tampoco era tirar el dinero ir al cine y no comprar la película. Ambas cosas nos reportan utilidad y esto tiene un valor intrínseco independiente de la propiedad del bien, por no hablar del coste de oportunidad de alquilar una vivienda en vez de comprarla. En un mercado bien regulado y no interesadamente especulativo por la matrix financiera, alquilar una vivienda, como en tiempos de mis abuelos, era sensíblemente más barato que comprar, por lo que ese excedente de ahorro se puede invertir en la alternativa más eficiente en términos de remuneración-Coste de Oportunidad- a la destinada a la compra de una vivienda.

Pero claro, los Neoliberales lo tenían bien pensado, las expectativas racionales sin duda contemplan que en los últimos 15 años no tener una vivienda en propiedad en España era ser un Don Nadie, además de no tener la oportunidad de especular con su precio y ganar una pasta sin apenas esfuerzo o saltar a una vivienda mejor. Una suerte de espiral perversa es para lo que nos sirven estos dos últimos ejemplos, que han incrementado exponencialmente el endeudamiento de las familias españolas hasta provocar situaciones trágicas como son los embargos y desahucios para intentar paliar una deuda hipotecaria muy superior al valor actual de unos pisos que estaban muy sobrevalorados por la competencia especulativa de todo el sistema.
Ya lo decía la canción de Lolita, Sarandonga, " Cuando yo tenía dinero me llamaban Don Tomás, ahora que no lo tengo me llaman Tomás na más"

Se trataba de dejar operar a un mercado sabio, eficiente, con plena libertad de entrada y salida en los mercados, con una contraprestación equitativa y real de los factores de producción, una adecuada redistribución de la renta, una maximización del bienestar colectivo a cambio de una minimización de los costes y las externalidades negativas- beneficios derivados de la actividad productiva de unos pocos, pero que generan unos costes que no son asumidos por los productores y que se reparten entre el resto de agentes del sistema; Ej: Burbuja Especulativa Inmobiliaria, Contaminación-

Pues nada de eso ha ocurrido: Lehman Brothers tuvo unos beneficios desorbitados-, en pocos años se multiplicaron por cinco- que hicieron quebrar a la principal aseguradora financiera de los EE.UU., AIG, y desencadenaron la pérdida de los ahorros de muchos norteamericanos, pérdidas privadas y malintencionadas que han sido sufragadas con gastos públicos.

El triunfo de Lehman Brothers y sus clubs de putas de reunión de empresa y sus megalómanos campos de golf está substentado en los valores y expectativas del ciudadano norteamericano medio: en la creencia de que lo mejor que le puede pasar a uno es tener el mayor dinero posible, en colmar el deseo de tener una vivienda en propiedad en un buen barrio residencial, sin apenas tener papeles como residente norteamericano.- un ejemplo cualquiera de una hipoteca subprime o de alto riesgo-

En definitiva, la perversión del matrix financiero sobre unas expectativas que no han sido precisamente racionales alimentadas por la codicia, ambición y avaricia sin límites de Bancos, Banqueros, Políticos y Empresarios.

Conclusión: un sistema basado en la libre competencia de los mercados, las expectativas racionales y una adecuada redistribución de la riqueza que después de treinta años ha traído la recesión de las principales economías mundiales, un desequilibrio mayor de la curva de Lorenz- una pequeña parte de la población concentra cada vez más la riqueza mundial-, una burbuja especulativa mundial de índole financiero e inmobiliario que ha desembocado en la nacionalización de muchos bancos con cargo a gastos públicos financiados por los contribuyentes y un fuerte ajuste de contención-fuerte reducción de los gastos e incremento notable de los ingresos públicos-, siguiendo las recetas neoliberales que han generado la crisis actual, que ha perjudicado seriamente la calidad de vida de millones de personas en el mundo y ha mandado a la pobreza, el hambre y la exclusión a otros millones de ellas. Por no mencionar la destrucción del tejido empresarial, incapaz de encontrar alternativas de producción que no estén basadas en la especulación y la maximización de los beneficios en el corto plazo.

Fin de la primera reflexión, en próximos capítulos os relatare, mi experiencia de manera más concreta.













sábado, 14 de enero de 2012

A WINTER'S DAY...


Un día de invierno, en un profundo y oscuro Diciembre...así empieza una de las muchas y brillantes canciones del grupo de cantautores americanos de los 60, Simon and Garfunkel. A principios de la decada de los sesenta, con una industria musical virgen y ansiosa de encontrar talentos, eran numerosos los grupos, los músicos y los cantantes que querían enseñar al mundo su creatividad, abrir las puertas de la percepción como diría William Blake y harían más tarde The Doors, ofreciéndonos para compartir sus inquietudes y dejándonos entrar en su intimidad.

El invierno nunca ha gozado de las simpatias del gran público. Los gurús del marketing y la publicidad siempre han tenido muchos más argumentos y herramientas para vender los parabienes del verano. No es casualidad que hayan funcionado tan bien grupos musicales como los Beach Boys que nos sumergían en las cálidas aguas de las playas de California bajo interminables olas de sol.
Aquí en España, en los vetustos años del franquismo, triunfó plenamente lo que ha llegado hasta nuestros días como " la canción del verano". Por la pasarela estival desfilaron canciones tan conocidas por bien publicitadas como " Eva María se fue",  " La Barbacoa" del omnipresente en todas las ferias populares Georgie Dann o el más actual King África y su pesada y noqueadora " Bomba".

Tengo que confesar que me gustan mucho todas aquellas canciones que hablan del verano, de aquellos maravillosos meses de libertad y andanzas infantiles sobre las que ya escribí una entrada: " Un largo y caluroso verano". Una nostalgia se apodera de mí cada vez que asistimos al crepúsculo de esta maravillosa estación, auténtica representante de la infancia y una serie de vivencias que se instalan en lo más profundo de nosotros, que nos hacen crecer, madurar y evolucionar con un poso de felicidad y preciosos recuerdos. La auténtica amistad, el despertar del amor y el deseo, la libertad absoluta a través de los juegos, el baño de sensaciones que produce el agua o una calida noche.

Pero, ¿Y el Invierno?, el primer recuerdo que tengo del invierno es en aquellas clases de historia en la EGB, donde " El Quinfi" nos contaba de manera solemne y litúrgica como " El General Invierno" había derrotado en Rusia a los ejercitos de Napoleón y Hitler. Una especie de paladín de la libertad parecía la fría estación.

En invierno me tenía que poner los abrigos que no me gustaban y aquellas botas de agua tan difíciles de quitar y con las que podía saltar en los charcos para salpicar a mis amigos del colegio. Ahora entiendo porque no me las he vuelto a poner nunca, ! no tenía sentido de la verguenza¡, vaya pinta debía de tener...

El caso es que el invierno de días cortos, noches largas, frías heladas, alguna que otra nieve y gripe fuerte no ha sido muy protagonista en la música, no así en el cine donde si se han recreado thrillers glaciares como " La Cosa", historias de amor como " Los Amantes del Círculo Polar" o grandes tragedias de la humanidad como la Batalla de "Stalingrado". Las tres, por cierto, las tengo en mi videoteca.

Hoy en día prefiero el verano, aún así tengo que confesar que el invierno produce en mí una extraña y recurrente melancolía, una especie de reflexión permanente sobre el tiempo que pasa y se me escapa entre las manos y la certeza de que el invierno está aquí, que aparece fiel a su cita para que tome conciencia de lo vivido a lo largo del año. Y esa sensación de cambio y de pasar a otra cosa me gusta y me viene bien.

Os dejo por aquí dos canciones que hablan del invierno: la primera de ellas con este aíre de melancolía que os comento, la segunda habla sobre la soledad y la introspección, pero yo la siento como una especie de grito de cambio, un soplo de viento fresco, la tercera es el verano que se acaba y la nostalgia de los buenos y felices tiempos, un descubrimiento de mi amigo Mig.

Hasta pronto.










sábado, 3 de diciembre de 2011

ANSELMO, EL MATAMULAS








En estos tiempos tan convulsos en todos los ámbitos de la sociedad, quiero rescatar para esta entrada un personaje anacrónico para muchas personas instaladas en una modernidad ficticia, que a veces puede llevar al engaño sobre algunos comportamientos que hoy en día son considerados retrógrados porque simplemente no son "cool", no son ratificados por los líderes de opinión o por las tendencias de la moda.

Y es que no es casualidad que triunfen en televisión series como Aquellos maravillosos años, en su día una de las mejores series de la historia de la televisión norteamericana, Amar en tiempos revueltos o desde hace más o menos unos diez años Cuentame como Pasó, quizás la mejor serie de la historia de la televisión española con el permiso de Verano Azul.

Está suficientemente claro que la sociedad española ha ganado muchas cosas con la entrada de la democracia y el fin de la dictadura de Franco, sobre todo el más preciado de los bienes, la libertad.
El matiz que introduce Cuéntame es tan sutil que facilmente puede ser tergiversado, distorsionado o simplemente mal entendido por los aladides del libertinaje. Aquellos que no entienden que la libertad de uno empieza donde termina la libertad del otro y que uno no es más moderno por utilizar frases actualmente en boga por los fanáticos del neoliberalismo como " prohibido prohibir".
No hubiese estado mal prohibir algunas conductas del incipiente régimen nacional socialista a principios de los años treinta cuando empezó a quemar libros y a restringir gravemente las libertades más básicas del pueblo judío de nacionalidad alemana, como tampoco hubiese sido un acto de sinrazón proteger las teorías de los primeros físicos al entender que al tratar de explicar el mundo no se atenta necesariamente contra los principios más sagrados de la religión, los que se denominan dogmas de fe.

Cuéntame como pasó, más allá de malos entendidos, nos explica la transición de la sociedad española desde una época en la que los derechos y las libertades estaban claramente restringidos, hasta la conquista paulatina de esos derechos y la transformación profunda de la sociedad durante el proceso de cambio de sistema político desde la dictadura a la democracia.
Sin duda, hoy en día hemos ganado más de lo que hemos perdido, pero muchos españoles que vivieron el proceso, no pudieron evitar sentir una especie de nostalgia que proviene del hecho que la vida pasa y ya no vuelve a suceder, de todos aquellos momentos compartidos- felices, tristes, duros, de alivio- que formaron parte de sus vivencias. También de sus familias y aquellos que ya no están, los amigos de la infancia que no continúan, los nuevos amigos hechos en el camino, los sinsabores del trabajo, las agridulces experiencias amorosas, aquellos días que nunca debieron suceder y aquellas noches que ojalá hubiesen sido eternas.
Junto a estas experiencias en " la España que se nos fue", una serie de valores, una forma de entender la vida que viró hacia otras cosas, otra sociedad, otra calle en definitiva. Los valores de Cuéntame están fuertemente ligados a la fortaleza de la familia, a la fraternidad de los antiguos barrios de vecinos, a que nada es demasiado malo si puede ser compartido, a que uno se puede equivocar y cagarla profundamente, pero todo tiene solución si alguien cercano puede entenderte o te da la medida de quién eres y o de quién has dejado de ser.

Hoy en día, tras muchas y necesarias mejoras, tras libertades y derechos conquistados con mucho sufrimiento y las vidas perdidas o apagadas de muchas personas, podemos decir que algo nos dejamos en el camino. Lo podemos palpar en la impersonalidad de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, la frialdad de las personas con las que nos cruzamos en el metro o por las calles del centro. La sensación de que todos debemos mirar por nuestro culo y allá lo que le pueda pasar al resto. Todos estos valores, este calor humano es el que ha querido recuperar Cuéntame para explicarnos que no siempre cuando avanzamos hacia un horizonte soleado llevamos en nuestra mochila lo mejor de nosotros mismos.

Hay un personaje que ha cautivado mi atención por la serie, se trata de Anselmo el Matamulas, el padre de Paquita, la mujer de Miguel, el hermano de Antonio Alcántara, y la sobrina de Mercedes, mujer de Antonio.
Anselmo, fantásticamente interpretado por el actor vasco de teatro Paco Sagarzazu, empezó siendo un personaje residual que residía en Sagrillas, el pueblo ficticio natal de la familia Alcántara situado en la provincia de Albacete. El Matamulas nació para Cuéntame hace unas temporadas cuando Miguel tiene que visitar a su suegro de manera obligatoria y ganarse sus favores a la hora de pedir la mano de la Paca, que de ninguna manera pude estar amancebada con el bueno de Miguelón.

Ya desde ese primer viaje de Miguel Alcántara- interpretado con galones por Juan Echanove- el Matamulas se adueñó de la pequeña pantalla propiciando un soberano puñetazo a Miguelón al enterarse de las pretensiones con su hija y fue protagonista de una escena memorable atrincherándose en un campo de tiro a la espera de que los Alcántara en grupo suban para hacerle cambiar de parecer sobre el futuro de Miguel Alcántara y su hija.

Anselmo representa un hombre de convicciones fuertes y firmes, arcaico, rígido y conservador si se quiere, pero que no atisba en ningún momento la sombra de la duda en sus actuaciones. A pesar de su dureza, en todo momento Anselmo destila una bis cómica imparable y esa especie de aire entrañable que ha acompañado a los grandes hombres duros de la pantalla como Clint Eastwood o John Wayne. En definitiva, un personaje en mayúsculas con un posicionamiento auténtico e identificable desde lo masculino. Algo difícil de encontrar en estos tiempos donde asistimos a un hombre completamente descolocado por el cambio de rol y la creciente masculinización de la mujer y que no termina de asumir que es lo que quiere ser él ante tanto deseo de realización, tanto empuje y tanto pedir paso de la mujer actual.

Por eso Anselmo hace un gran duo con Miguelón Alcántara y le instiga constantemente a que se coja los machos, a que diga claramente donde quiere estar y que es lo que quiere hacer. Sería algo así como la conciencia masculina en los tiempos de transición a la democracia y la ola de cambios que se avecina para los personajes de Cuéntame como Paso.

" Miguel, en esta vida tienes que decidir lo que quieres ser: halcón o pollito"
" Yerno, no te haces respetar...si viene el de las Cervezas tú eres el que dice cuantas cajas compras y cuando te las traen"
" Yerno una cosa es el matrimonio y otra el Fornicio", " Alguna vez hay que echar una cana al aire, pero sin perder de vista quién es uno y la familia que tiene"

Estas son algunas de las frases más memorables de El Matamulas, un hombre que no está dispuesto, ya en su vejez, a perder el tiempo y caer en medias tintas o tonterias en forma de concesiones estúpidas. Por eso no lo duda a la hora de viajar a Madrid y divertirse en la noche madrileña o disfrutar del cariño de algunas " mujeres alegres de la capital"
No sabemos que le deparó el pasado con una hija con tanto carácter como Paquita y con la madre de ésta, pero El Matamulas parece dispuesto a aprovechar sus últimos años de vida y adoctrinar como guía masculino al bueno de Miguelón, un personaje que se debate constantemente entre lo que quiere hacer y lo que debe, entre el amor y devoción por Paquita y sus niñas y su autoestima y dignidad masculina.
Sin duda, una recreación premonitoria y bastante visionaria de muchos de los conflictos que tenemos como hombres en la actualidad, de los cuales Anselmo parece haberse haberse sacado de encima y liberado completamente para caminar por una senda de la virtud a su vejez.

En definitiva, un gran acierto de Cuéntame como Paso, una serie que debe su notable y merecido éxito no solo a las tramas que narra y al relato de los años más trascendentes de la historia reciente de nuestro país, sino también a los grandes personajes que ha sido capaz de crear, la familia Alcántara y todo su entorno del barrio de San Genaro y su pueblo natal, Sagrillas, a  donde pertenece Anselmo, El Matamulas.








miércoles, 30 de noviembre de 2011

"NOSOTROS A LO NUESTRO"










Hoy en día, sumergidos en la crisis económica y social de la que parece no encontramos el final del tunel, quiero rescatar una frase sintomática para describir el por qué no solamente se trata de una crisis financiera que ha acabado afectando a la economía real, sino una crisis de valores.

"Nosotros a lo nuestro", es una frase que he escuchado muchas veces en el ámbito empresarial, la última vez a un gran profesional de la banca con más de 35 años de experiencia en el sector financiero. Puede que el contexto en el que la pronunció tenga sentido y veracidad, puesto que cualquier organización empresarial debería tener claros una serie de principios y objetivos verosímiles a la vez que competitivos y por lo tanto realizables en el día a día y, lo que es más importante, en el largo plazo.

El problema es cuando estas sentencias se convierten en recetas mágicas de caracter absolutista y se empiezan a aplicar sin matices ni medidas, sólo como medios poco ortodoxos de justificar fines excesivos o desproporcionados que traen consigo grandes desequilibrios que no redundan ni en el bienestar individual de la propia organización, ni en el bienestar colectivo en el que influyen en la medida de que son importantes agentes sociales para el empleo, el consumo, la inversión y otras variables tan importantes en la economía actual.

"Nosotros a lo nuestro" podría ser una frase perfectamente pronunciada en el consejo de administración de algunos de los bancos más importantes, las empresas más influyentes del sector de la construcción, el textil, el turismo...en definitiva los sectores más influyentes y representativos de la producción nacional.

"Nosotros a lo nuestro" ha influido notoriamente en los planes quinquenales de los principales bancos de este pais. Ha traido consigo expectativas de beneficios insostenibles y enormemente ambiciosas, justificado el ascenso a las más altas esferas de las direcciones comerciales de tipos sin escrúpulos, moral ni ética y con la única misión de engordar la producción lo máximo posible sin tener en cuenta la viabilidad, solvencia y las garantías minimamente necesarias para el mantenimiento de las operaciones de préstamo sin tener que provisionar con cargo a gastos-pérdidas del ejercicio en que se computan- y por lo tanto dar la verdadera dimensión de los beneficios generados en años anteriores.
Dichos beneficios son los que justifican los laureles, los salarios y las primas de estos "meritorios" directivos. Gente que, gracias al "nosotros a lo nuestro", se ha podido ir a los x años con altas indemnizaciones sin tener que empezar a levantar las trincheras del tsunami que generaron debajo de todas las operaciones precipitadas y sin consistencia que instigaron a firmar a sus subordinados del área comercial de muchas entidades financieras.

En este "nosotros a lo nuestro" también entrarían algunos afamados empresarios de este país durante los últimos veinte años. Hoy en día caídos en desgracia por la justicia de la cruda realidad o, lo que es indignante, revalorizados en su prestigio por una especie de pertinaz ceguera. La clase de ceguera que nos indica que uno es un gran empresario hasta que no se demuestre lo contrario.
Gente como Amancio Ortega, símbolo de la exigua clase empresarial española, sigue copando las más altas cotas de admiración de la prensa especializada, la clase política siempre interesada y la gente desinformada y/o desinteresada.
Amancio pasó de regentar una humilde tienda de textil y ropa en A coruña allá por el año 1975, a ser en la actualidad la 8ª economía más grande del mundo. Indiscutiblemente Amancio Ortega y Zara han hecho muchas cosas bien, pero no es todo oro lo que reluce. El "nosotros a lo nuestro" de Amancio consistió en aplicar la formula a finales de los 80 que tanto éxito le había dado a Nike, Levis y otras grandes multinacionales del sector en la década de los 70. A ello añadió una apuesta por la innovación creativa, la busqueda constante de las tendencias en auge y un concepto globalizador y arriesgado del diseño.

Para lo que no fue tan creativo es a la hora de deslocalizar sus plantas productivas en la búsqueda de la minimización de los costes, incurriendo en lo que se denomina "dumping social". una suerte de competencia desleal basada en la creación de economías de escala productivas en aquellos países donde no se garantizan por ley los derechos de los trabajadores tan básicos como la jornada laboral, el salario justo, la seguridad social o la existencia de vacaciones.

Hoy en día, Zara es un gran generador de empleos, de lo que no estoy tan seguro es sobre la calidad de los mismos, la igualdad de oportunidades basada en la excelencia en el trabajo, un salario que maximice la contraprestación y unas condiciones que fomenten la dignidad de las personas.

El debate sobre el empleo en España debería ser el centro de cualquier reflexión política y social. Actualmente se discute una menor intervención del sector público en el empleo: conceptos como la protección contra el despido, las altos costes en impuestos y seguros sociales para los empresarios y el tipo de contratos están de nuevo en boga. Siempre se discute sobre que hay que apoyar a los empresarios en la generación de empleo, cuestión completamente cierta y necesaria para luchar contra el alto paro existente en España, pero nunca se habla de la corresponsabilidad que debería aportar la clase empresarial en España para que el sector público dejase de cumplir su función de guardián del estado del bienestar.

Es verdad que hoy en día los empresarios están costeando más del doble de lo que un trabajador percibe de manera neta por su desempeño profesional, pero no es menos cierto que cuesta encontrar empresarios cuya ética, capacidad de generar riqueza de manera individual y colectiva y visión global de su aportación a la economía nacional y por lo tanto al mantenimiento sostenido del ciclo virtuoso sobre el que se sostiene cualquier economía nacional, puedan hacer confiar el peso de la actuación laboral en la iniciativa puramente privada.

Por lo tanto, el "nosotros a lo nuestro" sigue siendo una sentencia explicativa y real de una manera de pensar bastante instaurada en la sociedad y que explica de forma concluyente y contudente el por qué hace más o menos tres siglos, a principios del siglo XVIII, Inglaterra decidió crear un sistema llamado " The Welfare State" que tratara de velar por aquellas personas que pagaban las consecuencias de un incipiente sistema capitalista, que no terminaba de hacer valer la famosa doctrina de Adam Smith de que: " El egoismo individual fomenta como una mano invisible el bienestar común".
Aún siendo conscientes de que la acción del estado del bienestar puede fomentar determinados comportamientos abusivos y complacientes de algunos individuos que pueden desembocar en algunos casos en el absentismo voluntario, no es menos cierto, en estos tiempos más si cabe, que ayuda a equiparar la igualdad de oportunidades, perseguir determinados abusos de poder de la clase empresarial y dictar las reglas del juego de un sistema capitalista que ha demostrado, ahora más que nunca , de que con la famosa sentencia de " nosotros a lo nuestro", no solo no salen mejor parados el resto de agentes de un sistema en el que todos somos necesarios y debemos de participar en pos de la riqueza común, sino que a medio y largo plazo a resultado dañino hasta para los propios sujetos activos de la sentencia.











martes, 1 de noviembre de 2011

¿Y si fuésemos nosotros?




En pleno epicentro de una crisis que se inició allá por la primavera del 2008, cuya causa central es el fracaso de las teorías neoliberales que suponen un acción eficiente, correcta, optimamente redistributiva y capaz de alcanzar un equilibrio en el largo plazo sin ningún tipo de acción de política económica de los gobiernos por parte de los mercados, no parece que se atisbe nigún rayo de luz en la oscuridad económica más absoluta.

Hoy en día, afirmar que el mercado sin control ni intervención, sin estímulos a su acción y sin políticas que le ayuden a canalizar el valor añadido del trabajo, del capital y del conocimiento- lo que se conoce como Know-how, capital humano que se introduce de manera endógena en la tecnología- ha sido una osadía cuyos efectos se están empezando a descubrir casi 30 años después de que Milton Friedmann y la escuela de Chicago declarasen el ocaso de las teoria Keynesianas, o lo que es lo mismo, la ineficiencia del sector público y su herramienta principal, la política económica- fiscal y monetaria- a la hora de alcanzar una senda de crecimiento continuo y equilibrado que mitigase la acción de los ciclos económicos y sus etapas de ajuste recesivo por saturación de la oferta y la demanda de los distinos sectores que componen la economía de los paises.

A partir de la crisis del petróleo se instauró de manera exclusiva la política monetaria y sus incrementos de la oferta y estimulos de la demanda monetaria con el objetivo de alcanzar los tipos de interés más adecuados a la hora de fomentar la inversión y el consumo y contener la inflación, la auténtica lacra de las economías a la hora de crear empleo, financiar la deuda de los paises y poder explotar la balanza comercial a través de la exportación de sus productos más competitivos sin que se resienta el tipo de cambio de sus monedas.

Toda esta brillante abstracción pertenece más a las aulas y a los gabinetes económicos de los distintos países que a los ciudadanos de a pie, donde reside la raiz de la economía de todos, pero sin duda ha afectado y afecta hoy más que nunca nuestras decisiones de consumo, inversión y ahorro y por ende la estabilidad y sostenibilidad de nuestra vida en el corto, medio y largo plazo. No cabe duda.

La teoría Neoliberal otorga al mercado el poder supremo de corregir todas las desigualdades que se producen en nuestros intercambios y decisiones diarias. Desde las que se producen en las más altas esferas entre las naciones más poderosas, hasta las que podemos realizar con un simple click del ratón, mucha avaricia y temeridad comprando acciones de compañías desconocidas que operan a miles de kilometros de distancia, pero que alguien al otro lado del telefono que se hace llamar nuestro asesor nos dice que es lo mejor para nuestros ahorros. Y...¿Cómo sabemos que es lo mejor?, pues porque lo dice nuestro asesor...pero en cualquier caso la decisión la tomamos nosotros.

Lo que los liberales más divulgadores no nos han comentado es que la economía está muy asociada a la Psicología y que una parte importante de la doctrina Neoliberal nos dice que los sujetos, el ser humano vaya, somos racionales por naturaleza, que no quiere decir otra cosa que siempre que tengamos la información completa sobre una decisión en matería económica haremos lo más conveniente y beneficioso para nosotros mismos...¿Pero qué es lo más conveniente?

Una de las evidencias más importantes que han surgido en el contexto actual  a raiz de la crisis es la fuerte influencia de la Psicología, es decir, de nuestros valores, lo que pensamos y sentimos a la hora de tomar decisiones económicas. Las investigaciones más importantes de los últimos años están encaminadas a intentar demostrar el carácter decisivo de las expectativas, los sentimientos y pensamientos en las decisiones de los agentes económicos, porque al fin y al cabo los gobiernos, los organismos, los bancos y las empresas están regidas por seres humanos.

El concepto más importante de la historia del pensamiento económico es La Teoría del Valor. Desde Adam Smith, considerado el primer economista de la historia moderna, hasta los más importantes economistas de la actualidad como Joseph Stiglitz y Paul Krugman, el Valor ha sido un precepto determinante en sus investigaciones y el desarrollo de sus teorias.

El valor es un concepto intangible que ha sido objeto de estudio y modelización con diversas teorias a nivel individual como las teorías desde el lado de la oferta- el valor añadido que se incorpora a los productos en su proceso de producción a través del trabajo- que genera una plusvalia de la cual no obtiene una remuneración legítima como decía Karl Marx, el capital- auténtico motor de la revolución industrial a través de los beneficios- y la tecnología- impulso constante del valor de los productos a través de la mejora en la eficiencia de los otros dos factores-.

También cobraron mucha importancia las teorias de la demanda que indicaban el valor de las cosas a través del grado de satisfación que obtienen los agentes a la hora de consumir o disfrutar de ellas. Es lo que se denomina teoría de la Utilidad, cuyo primer exponente fue el brillante y excéntrico Jeremy Bentham, cuyo cadaver, por expreso deseo suyo, todavía  preside las reuniones del claustro de profesores de la London Economic School.

Con la fusión de ambas teorías y gracias a la aportación de Alfred Marshall en el siglo XIX nace la teoría del equilibrio del mercado a través de la fusión de las leyes de la oferta y la demanda.

Esta teoría, que fue la más importante durante doscientos años de estudio económico, se sustentaba bajo la premisa de La Doctrina de la Mano Invisible de Adam Smith: " El individuo en la busqueda de su interés personal y movido por un egoismo individual fomenta el bienestar común". Siempre que tuviésemos la información completa sobre un hecho económico, nuestra decisión sería la más optima para nosotros mismos y para el conjunto de agentes que se vieran afectados en ese proceso.

Esta conclusión extrapolada a niveles genéricos nos da un mercado que puede desequilibrarse en el corto plazo, pero que acaba alcanzado un equilibrio óptimo-el mayor beneficio, menor coste posible- en el largo plazo para todos los agentes participantes en él.

Pues bien, como decía el genial John Nash en la película " Una Mente Marvillosa", " Adam Smith estaba equivocado", de esta manera refutaba dos siglos de teoría económica. En la utópica competencia perfecta, donde existen productores muy similares de un mismo bien, con niveles de trabajo, capital y tecnología parecidos, con información perfecta del desarrollo del mercado donde operan, o lo que es lo mismo con una suerte de altruismo perfecto en donde se coopera y comparte todo en pos del máximo beneficio individual y por lo tanto global y se permite el libre acceso de compradores y vendedores, esto de la mano invisible que empuja a todos a través de la avaricia y el egoismo a alcanzar los mejores resultados posibles, podía ser factible, pero en el mundo real las cosas no funcionan así.

Replicando al gran matematico norteamericano, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusets, cuna de los mejores talentos en economía y ciencias exactas del mundo, a pesar de ser afectado por la esquizofrenia paranoide desde muy temprana edad, : " En competencia imperfecta, solo alcanzaremos los mejores resultados individuales si cada uno de nosotros hace lo mejor para si mismo y para el grupo en el que convive o interactua"

Las teorías de juegos, eclosión de las teoría de decisiones embrionarias de Nash, nos pueden explicar mediante el cálculo diferencial y los arboles de decisión del campo de las probabilidades como empresas que actuan en un mismo mercado y que inicialmente son competidoras, pueden alcanzar resultados más optimos en la medida que comparten la información  y acuerdan fijar las combinaciones de precios y cantidades producidas que conducen a un ajuste de la demanda que maximiza los beneficios de ambas empresas y por lo tanto se produce el reparto del mercado más beneficioso para los productores y el menos perjudicial para los compradores que maximizan su utilidad en razón a una cantidad determinada comprada a un precio determinado.

Es lo que se conoce como la fascinante teoría del  "Dilema del Prisionero", que os contaré en otra ocasión ya que requiere bastante paciencia, concentración y atención.

Con todo este aparato teórico quería hacer una introducción para decir que los políticos, los banqueros, los empresarios, los diplomáticos y otros agentes preponderantes en la sociedad están tomando todos los días decisiones que no son las más correctas para el conjunto de la sociedad. A veces es producto del desconocimiento o la incapacidad. En otras ocasiones se trata de decisiones negligentes, dolosas o malintencionadas que sin duda son el embrión de la crisis económica actual, que no solo es una crisis económica o financiera, es una crisis de valores también.

Por lo tanto son legítimas y esperadas todas las decisiones colectivas de toma de conciencia sobre la acción de todos estos agentes que condicionan dia a día nuestras vidas. El manifiesto "Indignaos" de Stephane Hessel, precursor de los movimientos Democracia Real Ya y 15 de Mayo, habla sobre esta toma de conciencia, pero no la reduce a una mera cuestión de actitud o protesta. Hessel incita a la población a un despertar de la conciencia desde la acción, haciendo un homenaje a mi querido Nash y a la preciosa película que recrea su vida.

Cada uno de nosotros deberíamos reflexionar sobre aquellas cosas que podríamos hacer para nosotros mismos y para los demás para alcanzar un mayor bienestar individual y colectivo. Por ejemplo, si yo soy profesor de música podría asesorar con mis conocimientos a iniciativas artísticas que surgieran para crear un mayor valor añadido a la sociedad a través de la creatividad. Este gesto seguro que no caería en saco roto y acabaría abriendo otros caminos en los que podría salir beneficiado no solo pecuniariamente, sino como ser humano. En definitiva crearía riqueza, algo a veces tan intangible como valioso.

Como no se crea riqueza es comprando diez pisos en el centro de Madrid y manteniéndolos cerrados a cal y canto en vez de incrementar la oferta de alquiler, con el único interés de especular con su precio y alcanzar la mayor ganancia posible, un precio que en absoluto se corresponde con el justiprecio de esas viviendas.

Tampoco es muy útil para uno mismo y para la sociedad tener enpantanado un local comercial, porque ya no se perciben los alquileres de antaño en un mercado especulativo y no dar la oportunidad para que algún joven e innovador empresario pueda montar un negocio que a lo mejor no genera tantos beneficios, pero permite crear empleo y generar valor añadido a medio y largo plazo. Esto podría redundar en gente que consume más, de manera racional, que ahorra y que por lo tanto es susceptible de comprar una vivienda con financiación de un banco a un precio racional y eficiente para ambas partes. A lo mejor acaban hasta comprándole el local si todo va bien. El otro negocio, puede comprarle el local, pero no pondría la mano en el fuego sobre el número de empleos que crean y la calidad de lo mismos.

Y con el tiempo no han resultado nada beneficiosos para este pais, los valores instaurados de que lo único importante para ser alguien es ganar mucho dinero y que lo más fácil y más rapido era hacerse constructor, con la connivencia y la financiación de los bancos y el respaldo de los políticos en lo que hasta hace pocos años se creía que era la gallina de los huevos de oro, un modelo agotado y caduco en la actualidad.

Tampoco ha tenido mucho sentido la cultura instaurada del endeudamiento en la sociedad actual con el objetivo de cumplir los presupuestos de los directores comerciales de la entidades financieras y prolongar de manera artificial un modelo de crecimiento basado exclusivamente en el consumo y carente de inversión, tecnología y nuevos sectores productivos generadores de valor añadido y empleo de calidad.
Así hemos asistido a jóvenes y no tan jóvenes con tarjetas de crédito infladas, con préstamos para coches que no les corresponden y con necesidades creadas de manera artificial a cualquier precio como tener un chalet, aunque sea a 60 kilómetros de tu familia o tu centro de trabajo.

El sistema nos ha pervertido, pero nosotros hemos estado ausentes y desconectados. Somos responsables de cada una de las decisiones que tomamos en nuestras vidas, aunque seamos manipulados, dirigidos y presionados por una sociedad cada vez más competitiva, comparativa y en la que el peso de la imagen es cada vez más asfixiante.


En un contexto el actual donde las nuevas tecnologías, la apertura de los mercados, la informatización de las transaciones y los laxos regímenes jurídicos actuales han favorecido la implantación de un mundo plenamente globalizado economica y financieramente hablando, nos encontramos con que un sistema internacional proclive a intercambios comerciales más justos y respetuosos con las ventajas comparativas y productivas de los paises, acelerador de la difusion del conocimiento y una asignación productiva  más eficiente de los factores productivos y la tecnología, una movilidad de los capitales a escala internacional que propiciase una capitalización racional y equitativa en base a las necesidades de ahorradores y prestatarios, ha degenerado en un sistema egoista y perverso, donde la información es privilegiada y sesgada, las barreras de acceso a la competencia y a los mercados están cerradas por las empresas y grupos de poder dominante y los mercados de capitales unicamente buscan la especulación y ganancia en el corto plazo sin ningún tipo de salvaguardia para un horizonte de inversión más equilibrado y sostenible en el tiempo.

Las consecuencias de todo esto son unas mayores desigualdades comerciales entre los paises poderosos y los subdesarrollados, una atracción de los capitales de inversión hacia aquellos paises o empresas capaces de otorgar una alta rentabilidad, pero sin viabilidad a medio plazo o directamente con prácticas fraudulentas o inexistentes y una mayor diferencia entre las rentas altas y las rentas bajas como consecuencia de la existencia de barreras de entrada, una información imperfecta y privilegiada y el egoismo y la avaricia como único motor para alcanzar el máximo beneficio individual en mercados dominados por la ausencia de competencia.

En consecuencia, bajo el prisma de la globalización económica plena actual, cada vez cobra más importancia las decisiones económicas, laborales y financieras que tomamos todos los días, por muy triviales que parezcan. No nos olvidemos de nuestra responsabilidad en la crisis actual e intentemos pensar como podemos hacer para lograr lo mejor para nosotros mismos y para nuestro grupo, que cuanto mayor alcance tengan nuestras acciones, mayor será el beneficio individual y global.

Lamentablemente, el ser humano es egoista por naturaleza y parece utópico lograr este cambio en nuestra manera de comportarnos. Por lo que podemos encontrarnos que la misma rueda que utilizamos para escapar puede acabar aplastándonos. La unica manera de obrar algún tipo de cambio es no despreciar los pequeños gestos que hacemos en el día a día.

Economia-Def- " Ciencia que estudia la asignación eficiente de recursos escasos que poseen usos alternativos"

Os dejo con la maravillosa escena de " Una Mente Maravillosa" , donde se expresa la idea de John Nash.

Un saludo Losers.