sábado, 13 de marzo de 2010

MUHAMMAD YUNUS: EL BANQUERO DE LOS POBRES

Nacido en Chittagong, Bangla Desh en 1940. Profesor universitario de teoría económica graduado en la universidad norteamericana de Vanderbilt y galardonado en el año 2006 con el premio Nóbel de la Paz por:”promover el desarrollo económico y social de los paises desarrollados a través de los Micro créditos, el instrumento más potente para erradicar la pobreza y contribuir al desarrollo de la democracia y la paz de los países del tercer mundo”.

Empresario con visión de futuro

Yunus creó hace 30 años un banco, el Grameen (aldea en castellano) Bank, con tres empleados, incluido el, que actualmente da trabajo a más de veinte mil personas. Una estructura mercantil formada por dieciocho empresas y la red de telefonía móvil más poderosa del sur de Asía. Esta suerte de capitalismo, de crecimiento exponencial continuado, no tiene su leiv motiv en la maximización de los beneficios como dirían los padres de la microeconomía, sino en la erradicación de la pobreza de los más desdichados del planeta.

Éste maravilloso experimento tuvo como laboratorio su país de nacimiento, Bangla Desh, en donde conviven 145 millones de personas en los niveles más absolutos de pobreza, y el colectivo de población con más limitaciones físicas, mentales, de tradición y libertad en un país con una abrumadora mayoría musulmana: las mujeres.

El sueño empieza a tomar cuerpo

El objetivo era construir un banco especializado en otorgar préstamos sin ningún tipo de garantía ni aval. Orientado al desarrollo económico e independencia de las mujeres más pobres de Bangla Desh. Absolutamente discriminadas en favor del hombre, condenadas a tener siete u ocho hijos, a recibir palizas con la excusa de ganar puntos en el cielo o carentes de la más mínima libertad y movilidad.


Los préstamos del banco irían en un cincuenta por ciento a hombres y mujeres, con el miedo de estas últimas a recibir el dinero y la reticencia de los imanes, sacerdotes del Islam, que reclamaban lo inapropiado de esta iniciativa. Se trataba de préstamos en pequeñas cantidades, sin ningún tipo de aval ni garantía. Basados en la confianza por encima de cualquier contrato legal vinculado entre partes.


Un pacto financiero sorprendente



Yunus pretendía echar por tierra la idea de que sólo se presta dinero si se tienen las garantías suficientes de que será devuelto en el plazo pactado para su recuperación.

Sin embargo, necesitaba contar con este precepto para financiar su proyecto, lo que se convirtió en una paradoja de gran dimensión en el inicio de la andadura de Grameen Bank.

Los dos primeros logros que consiguió fueron los siguientes: los bancos le prestaron el dinero a través de garantías personales para sus micro créditos y logro establecer la paridad en el número de receptores de dichos fondos entre los hombres y mujeres de su país.

Las mujeres, mejores administradoras que los hombres


El resultado fue sorprendente: las mujeres resultaron mucho más capacitadas que los hombres no sólo para devolver los fondos, sino para generar beneficios a su familia a la hora de invertir el dinero de los créditos.

La mujer fue mucho más economista que el hombre en Bangla Desh, es decir, mejor administradora de los recursos monetarios. En primer lugar por miedo a la reacción del hombre y después por que, generalmente, siempre piensa antes en los demás que en si misma. Al contrario del hombre, más preocupado en gastarse el dinero en diversión o presumir delante de sus amigos y vecinos.

Con este principió nació Grameen Bank. Dos pilares financieros: la flexibilidad en los plazos y los bajos tipos de interés. Hoy en día, posee actividad en 70.000 pueblos, con 2200 sucursales, 6’6 millones de prestatarios (de ellos el 97% mujeres), una tasa de morosidad de tan solo el 1’5% y la ausencia de beneficios en solo tres años desde su fundación. El modelo de microcréditos se ha instalado en más de 80 países, entre ellos España y Estados Unidos, y sus fondos se han canalizado a más de 100 millones de personas.

La limosna no saca de la pobreza


El argumento central de Grameen Bank y el banquero de los pobres es el siguiente: las limosnas son un lastre para la iniciativa de las personas. La única fuerza impulsora en el desarrollo económico social de las personas es la iniciativa. La diferencia entre un préstamo y la limosna es que con el primero el beneficiario asume una responsabilidad. De manera que el trato principal consiste en que los beneficiarios de los fondos cumplen el pacto de devolver el dinero, más los intereses. Además consiguen un beneficio.


Muhammad Yunus no es solo un visionario, sino probablemente un santo. Lo que es seguro es un genio. Un economista forjado en EE.UU, donde la abstracción de esta ciencia suele derivar en un alejamiento de la realidad, que un día decidió encontrar la finalidad práctica que orientó a los grandes maestros economistas del pasado.







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