Hace más o menos un año escribía un artículo sobre el balón de oro del 2009, galardón que recaía en Leo Messi. Un premio más merecido, quizás, que nunca y con mayor diferencia con respecto del resto de aspirantes en las votaciones finales.
Pues bien, el mundo del fútbol no deja de sorprendernos y el premio de este año ha sido una de las votaciones más controvertidas y uno de los dictámenes más polémicos de todas las ediciones de este prestigioso trofeo, que por primera vez se encontraba fusionado con las votaciones del FIFA world player, el galardón al mejor jugador del fútbol internacional otorgado por el máximo organismo del mundo del balompié.
Finalmente el premio ha recaído en Leo Messi de nuevo. Mirando las cifras y los títulos conquistados no parece un hecho demasiado reprobable: 47 goles en 49 partidos, bota de oro europeo con 34 goles en liga, campeón de la liga española más competitiva de la historia, máximo goleador de la Champions League con 8 tantos...desde los números el galardón es incuestionable, aún teniendo en cuenta su eliminación en cuartos de final del mundial ante Alemania sin haber anotado ningún gol, pero siendo el mejor de largo de la selección argentina y haciendo mejores jugadores del partido a los porteros rivales.
No se trata de cuestionar los meritos de Messi, indiscutibles, sino de valorar los de sus rivales y amigos en la lucha por el balón de oro, Xavi e Iniesta. Para empezar, podemos mencionar que ambos contribuyen a formar un equipo indescifrable, una máquina de buen juego perfectamente engrasada que proporciona el balón en las mejores condiciones a Messi, en tres cuartas partes del campo contrario, para que el jugador argentino pueda desequilibrar los partidos con su innumerable catálogo de recursos.
Tradicionalmente los jugadores más desequilibrantes o más meritorios en los tres últimos mundiales Zidane, Ronaldo y Cannavaro, han sido los ganadores del Balón de Oro de esos años. Zidane se perdió dos partidos de aquella fase final, hecho que acabó compensando con dos goles de cabeza en la final y liderando el juego de la selección francesa. Ronaldo fue máximo goleador del mundial de Japón y Corea, incluidos los dos goles de la final contra Alemania y Cannavaro, el más dudoso de los tres, el líder absoluto de la defensa de la selección italiana que se impuso en los penaltis a Francia en el mundial de Alemania del 2006.
Sin embargo, la FIFA y France Football no parecen haber seguido este criterio en el caso de la selección española. La decisión es, si cabe, más irritante por el hecho de que España se ha impuesto en el mundial de Sudáfrica con un patrón de juego bien definido, dominando la posesión del balón y siendo superior a todos los rivales de la fase final hasta vencer a una impotente Holanda, que tuvo que virar su juego y convertirse en una selección dura y agresiva, privada del balón en todo momento y obligada a jugar al contraataque.
En esta selección sobresalieron Xavi e Iniesta además de los goles decisivos de Villa y las intervenciones salvadoras de Iker Casillas, uno de los probables acreedores a finalista junto al holandés Wesley Sneijder, ganador del triplete- liga, copa y champions- a nivel de clubes.
Xavi, una vez más fue el director de juego de la roja, el hombre a través del cual gira todo el sistema táctico del equipo, el encargado de jugar la pelota y hacer jugar a los demás compañeros, a pesar de ser desplazado unos metros en favor del equilibrio táctico por Busquets y Xabi Alonso. En el Barcelona, el egarense mantuvo el timón del equipo y no desfalleció jamás en la lucha titánica con el Madrid de Pellegrini por el título de liga. Junto a Messi y los goles de Pedro, Xavi acabó siendo el jugador más decisivo y regular durante los nueve meses de competición liguera. A esto hay que añadir las sobresalientes temporadas que lleva ejecutando desde la llegada de Frank Rijkaard al equipo en Julio del 2003 y actualmente con Pep Guardiola, que le han granjeado una regularidad y categoría fuera de toda discusión. El balón de oro para él hubiese sido un premio a la regularidad y la cátedra permanente en cada partido.
Andrés Iniesta por otra parte ha sido el protagonista del mundial. En una temporada interrumpida por la lesión que arrastraba desde la final de la champions league del año pasado al principio y después por una lesión muscular en el soleo de su pierna derecha, Andrés pudo sacar en la fase final en Sudáfrica sus mejores cualidades. Iniesta fue decisivo en la liguilla frente a Chile- gol incluido- y en las eliminatorias frente a Portugal en octavos y Paraguay en cuartos, pero es en la final cuando se apoderó del partido en la segunda parte y marcó el decisivo gol de la victoria en la final contra Holanda. Méritos que tradicionalmente han sido más que suficientes para conseguir el ansiado segundo balón de oro para el fútbol español.
Como bien dice Xavi, uno de los finalistas, “los títulos individuales son muy injustos en un deporte colectivo como es el fútbol”, parecería justo que el trofeo más prestigioso del mundo a nivel individual hubiese respetado la tradición otorgando el balón de oro a aquel futbolista que, además de deslumbrar a nivel individual, hubiese alzado con su selección la copa del mundo contribuyendo a mejorar el juego de su equipo. Estos dos futbolistas son Xavi e Iniesta al margen de que Leo Messi fue, es y seguirá siendo el mejor del mundo durante los próximos años.
La selección española y los futbolistas españoles salen perjudicados y decepcionados con la concesión del balón de oro del 2010, aunque este haya ido a parar al mejor, a un buen amigo del vestuario del Barcelona.
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